8 DE MARZO:

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER – DIA LUCHA CONSECUENTE.

El 8 de Marzo, se rendir homenaje a las mujeres, tanto aquí en nuestra patria como en el resto del mundo, veremos en todos los estratos de la sociedad múltiples homenajes, pero fundamentalmente observaremos como el capitalismo viene transformando esta celebración tan importante, en motivo de lograr pingues ganancias con una verdadera avalancha de “ofertas” de regalos, “fiestas” y otros para las mujeres. Pero esto no solamente es el afán de vender y acumular riquezas de los capitalistas como ocurre con los días de la madre, del padre, etc. La verdadera razón del capitalismo es borrar de la memoria histórica de las trabajadoras y los pueblos del mundo, el verdadero significado del 8 de Marzo, para lo cual, no solo promueve estas formas de festejo superficiales y vacías sino que difunde hechos que tergiversan la lucha de las trabajadoras.

Por ello los y las izquierdistas debemos profundizar en el estudio de la historia del movimiento obrero y popular del mundo, particularmente la acción y lucha de las mujeres proletarias con el fin de celebrar combativamente el 8 de Marzo y generar en la conciencia de los explotados hombres y mujeres, la necesidad de acabar con el capitalismo y todas sus formas de explotación, verdadera causa de la miseria, hambre y desesperación de la mayoría de la población mundial.

Con el desarrollo de las formas capitalistas de producción, se incorporó de manera masiva la fuerza de trabajo de las mujeres, incorporación dada en condiciones de doble explotación, lo cual generó importantes acciones de lucha y huelgas de obreras desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Se destacan la huelga de las modistas de Nueva York, que exigían el reconocimiento a su sindicato y que duro de noviembre de 1909 a febrero de 1910. Estas trabajadoras fueron reprimidas con gran violencia por la policía. Años anteriores una huelga de tejedores y tejedoras de Nueva York causa la muerte de 126 obreros por las pésimas condiciones de seguridad de la fábrica. En Europa y en Estados Unidos, los conflictos laborales eran permanentes y las reivindicaciones eran similares: disminución de la jornada laboral, igual salario para las mujeres, mejoramiento de las condiciones de los lugares de trabajo, creación de servicios, entre los principales y lo que es importante, la organización de las mujeres trabajadoras era promovida desde las organizaciones socialistas.

Un hecho histórico determinante, es la promulgación del Día Internacional de la Mujer Trabajadora como resolución de las delegadas a la Segunda Conferencia Internacional de la Mujer Socialista, dirigida por Clara Zetkin, realizada en 1911, cuya resolución fue adoptada por los partidos de la Internacional Socialista en el mundo entero y que en los años subsiguientes, se organizaba esta celebración con movilizaciones importantes de las trabajadoras, poniendo como aspectos reivindicativos, la emancipación de las mujeres de su condición de explotación y subordinación, sin embargo, la fecha no estaba definida y los días eran seleccionados de acuerdo a las decisiones de cada partido.

En 1917, 27 de febrero de acuerdo al calendario ruso y 8 de marzo en el calendario occidental, estalla una gran huelga de las tejedoras de San Petersburgo y que fue la clarinada que dio origen a la revolución rusa de 1917. Este hecho histórico determinó la definición del 8 de marzo como el Día Internacional de la mujer socialdemócrata, en la Tercera Conferencia de las Mujeres socialdemócratas realizada en Moscú en 1921.

Las condiciones de vida de las mujeres, sus dificultades y las innumerables formas de opresión a las que eran sometidas las mujeres de las clases explotadas, fueron analizadas por los teóricos de las ciencias sociales, con la finalidad de desentrañar las causas de esta situación. Los aportes de Bebel, Engels, Marx, Lenin, Clara Zetkin, Alexandra Kollontai, Krupskaia y las posteriores contribuciones de científicos sociales, constituyeron la base esencial para potenciar la lucha de las mujeres trabajadoras por su verdadera emancipación.

Con estos breves elementos históricos, corresponde ahora a los trabajadores y los pueblos, retomar el significado del 8 de marzo para integrar con mayor ímpetu a este inmenso caudal que constituyen las mujeres pobres, a la lucha libertaria. Exige también, estudiar con mayor detenimiento la historia de las luchas de las mujeres por su emancipación y vincular en nuestro accionar político las demandas de este sector de manera particular, ubicándolas en la importancia que tienen y éstas, cobijadas bajo una bandera única, la bandera de la liberación de toda la humanidad.