miércoles, 23 de marzo de 2011

A propósito de desastres naturales:

REFLEXIONES SOBRE EL TERREMOTO DEL JAPÓN

Hace poco más de 15 años, surgió una idea en las Ciencias Sociales para estudiar desastres. Se les consideró "eventos extremos"; de esta manera se empezaron a interpretar las tormentas, terremotos, avalanchas, sequías, huracanes, etc. -no tanto como resultado de grandes estudios científicos-, sino como funciones de un proceso social en marcha. Su estructura de relaciones humanas, y más extensamente, de los procesos históricos que han dado forma a dichos fenómenos.
Terremoto y Tsunami en Japón
Es interesante y llama a reflexión por ello, lo que está sucediendo en Japón con la ocurrencia del terremoto de 8.9 grados y del tsunami que siguió. ¿Quién podría imaginarse que uno de los países más ricos del mundo se mostrara impotente ante la devastación? ¿uno de los países que tiene los recursos tecnológicos más fuertes del planeta y los recursos humanos más capacitados?.
Curiosamente, toda la ciencia como respuesta práctica para este desastre, ha tenido un impacto relativo. Es probable que los científicos japoneses, hayan construido escenarios en base a supuestos, donde han simulado circunstancias como las que actualmente se viven; pero a pesar de que en teoría, la organización del país lleva a integrar ese conocimiento con políticas adecuadas para la respuesta, en la práctica -repetimos- no se ha dado, o se ha dado con relativa aproximación.
Destrucción en Japón
Por inducción preguntémonos: ¿qué es lo que podría ocurrir en la actualidad con un evento natural, como un gran terremoto en la ciudad de Lima?. En un país informal, pobre y desorganizado; en donde las instituciones están desconectadas o atomizadas. En donde hay políticas inadecuadas, y donde reina la ignorancia a todo nivel (?)
Lastimosamente, los científicos seguimos creyendo que resolveremos los problemas de nuestra población, con grandes estudios que realizamos y no nos damos cuenta que, mientras no integremos los factores donde subyacen esas investigaciones, simplemente no servirán para nada, porque no cumplirán su fin.
Haciendo nuevamente referencia al terremoto del 31 de Mayo de 1970 -evento que me tocó vivir-, esa gran devastación fue en gran parte, producto de los procesos históricos iniciados durante siglos. Dichos procesos finalmente, trastornaron las efectivas formas de adaptarse a los peligros ambientales, diseñadas por las poblaciones y culturas preincas e incas a través de los 10,000 años de resistencia humana en la región.
Podemos concluir entonces, que la gran vulnerabilidad que existe hasta el día de hoy, es un fenómeno creado socialmente. Un producto histórico producido por otros factores perfectamente identificables; pero que con una investigación cuidadosa y combinada con la experiencia técnica, podría contribuir a reducir la destrucción que puede existir en el futuro, ante la ocurrencia de un evento natural.
La situación está planteada. Queda en nosotros tomar las acciones necesarias para lograrlo.
------------------------------------------------------------
Ver el Articulo :EL TERREMOTO DEL 31 DE MAYO DE 1970, ANCASH, en el siguiente enlace:
  http://fedep-peru.blogspot.com/p/documentos-de-analisis.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

El artículo REFLEXIONES SOBRE EL TERREMOTO EN JAPÓN (mc. 23-03-11), lastimosamente se queda en ensayos, sólo en eso (como nuestro AMAUTA). Hay que impulsar el tema hacia lo más científico.

Por ejemplo, no se habla de las placas que subyacen en lo profundo de nuestro Planeta Azul; y como todo, no están estáticas, están en constante movimiento. Tal vez a partir de ahí se puedan pronosticar algún día los sismos. Ojalá no sea tarde.

Todas las ciencias tienen una ardua tarea; una de ellas, por ejemplo, que la humanidad trascienda y que se le consiga un hogar alterno; pero con nueva sangre, no con la sangre de la Casa-Blanca, la CIA y el Pentágono.

Muchas Gracias